La lluvia aparece por sorpresa en las últimas vueltas del Gran Premio de Rusia y nos regala la carrera más loca de la temporada. Hamilton, Verstappen y Sainz se suben a un podio que llevaba escrito el nombre de Norris.
Tras una 'quali' frenética el sábado que vio a Russell, Sainz y Norris en el Top 3, y a los habituales de RedBull y Mercedes al fondo de la parrilla, todas las posibilidades estaban abiertas para la carrera.
El juego de los rebufos fue el protagonista de los primeros metros de la prueba. A pesar de salir por el lado sucio de la pista, Carlos Sainz conseguía ponerse por delante de su ex-compañero de McLaren en el paso por la primera curva. Por su lado, un exceso de prudencia de Hamilton - pensando en el campeonato - le impedía ganar posiciones y se quedaba estancado tras George Russell.
La cabeza de carrera se estabilizaba en los ya habituales trenes de DRS y llegaba el turno de que los ingenieros deshicieran el rompecabezas para liberar a sus pilotos del tapón protagonizado por Russell.
Mientras Sainz empezaba a sufrir con el 'graining' en sus gomas, Norris aprovechaba para adelantar al español y liderar por primera vez una carrera que nada ni nadie parecía poder arrebatarle.
Con el baile de las paradas se empezó a plantear también la posibilidad de una invitada inesperada en carrera, la lluvia. Algunos pilotos bien posicionados - entre ellos Fernando Alonso que rodaba a ritmo de cabeza de carrera - intentaron ir largos confiando en la mancha en el radar que prometía chaparrón a final de carrera.
Y el agua llegó, y no a gusto de todos. En cuestión de minutos la pista era impracticable con los neumáticos de seco y la mayoría de pilotos decidieron hacer la parada a falta de 6 vueltas para el final.
A pesar del aviso por radio, Norris - que había liderado casi toda la prueba - se negó a entrar en los pits. Una decisión que le va a perseguir durante mucho tiempo. El piloto británico no pudo mantener su coche en pista y se vio superado por su perseguidor, Hamilton. Tras finalmente entrar a cambiar ruedas, Lando tan sólo pudo ser séptimo.
Lewis Hamilton en su lucha por ganar su octavo mundial, conseguía su victoria n°100 en el trazado ruso. Verstappen, que salía nada menos que en la última posición cruzaba la línea de meta en la segunda posición tras una espectacular actuación. Cerraba el podio un sólido Carlos Sainz con un fin de semana mejor que el de su equipo.
Un nuevo cambio en el liderato del campeonato, un Alonso que nos volvió a hacer creer en la magia y un Norris que saborea la cara más amarga de este deporte. Así se cierra una nueva jornada de locura en la mejor Fórmula 1 de los últimos años.