Como era de esperar, David Bustamante, revolucionó el Teatro Cartuja Center de Sevilla. A las 20:00H, todos los asistentes iban entrando a las instalaciones, buscando sus asientos para acomodarse y que la espera fuese un poco más cómoda. Era espectacular ver cómo iba llenándose y como todos se miraban entre sí con una ilusión enorme.
Llegan las 20:50H, ya se escuchaban gritos, sacaban los teléfonos móviles preparados para el inicio de lo que sería durante dos horas algo inolvidable. Comenzó su espectáculo con una recopilación de trocitos de sus temas más conocidos. Antes de salir al escenario, los músicos estaban preparados, tocando junto a un juego de luces tenues que acompañaban a esas canciones que tanto hemos cantado.
Finalmente el cántabro, apareció, vestido de negro y una chaqueta de cuero roja que atraía a todas las miradas del teatro. Salía con más fuerza que nunca, ilusionado, feliz y lleno de energía. La magia que genera un concierto en un teatro, íntimo, acogedor... pone los vellos de punta y si encima, está al frente, un artista como lo es David, no se puede ni describir con palabras, hay que vivirlo. Ya no es solo lo que Bustamante transmite con su voz y su saber estar en el escenario, es que es su cercanía, su nobleza, su carisma y su buen humor lo que hace que te subas al carro y no quieras bajarte nunca.
Llenó la noche de música, chistes, bromas, interacciones con su público, besos, miradas, saludos... las risas abundaban, se respiraba un ambiente tan acogedor y tan cercano, que parecía una gran reunión de amigos. Eso es lo que hace idolatrar a un artista, entre otras muchas cosas. El de Cantabria no paró de regalar sus toallas y sus propias botellas de agua al público, que las pedían sin parar, a lo que añadió en alguna ocasión... "Como se entere mi madre que voy regalando toallas sudadas verás".
En los temas más movidos todos los asistentes se levantaban a bailar, a acercarse al escenario, a bailar entre sí y disfrutar de un concierto en toda regla. También, pudimos vivir momentos más íntimos en las baladas y un cambio de vestuario más elegante para cantar solo con la melodía del piano. Desde que te vi, cobarde, vivir, feliz, algo casual, miente, dos hombres y un destino, además de ti, héroes y muchas más... fueron testigos de lo que se vivió ayer en Sevilla.
Es un artista que cautiva y que llega al corazón, por ser tan sencillo, tan humilde y tan profesional. Gracias David por regalarnos tanto en tan poco tiempo. Vuelve siempre que Sevilla te espera con los brazos abiertos.
El concierto en imágenes
Por Lorena Coronado de @Periodisticmedia - @PeriodisticM