Icono del sitio PeriodisticMedia

Rosario derrocha energía en Cambrils

El público disfrutó de las canciones más míticas de su trayectoria musical de Rosario en el Festival Internacional de Música de Cambrils.

A sus 55 años, la cantante madrileña no ha dejado indiferentes a los más de 1.600 espectadores que acudieron a verla en el Festival Internacional de Música de Cambrils. Su cantar, su melena rizada, su manera de bailar y su pasión a la hora de actuar, crean un aura que envuelve a todos los que disfrutan de su espectáculo.

Una puesta en escena sencilla, que hace que brille aún más, acompaña a un repertorio que no ha sufrido grandes cambios en los últimos años. Un viaje por toda su trayectoria musical. Hija del creador de la Rumba Catalana, El Pescaílla y de la Faraona, tiene muy presente sus orígenes, tanto en sus letras como en su interpretación.

Mi piel, de su último álbum Gloria a Ti inicia el concierto que da pie a Como me las maravillaría yo, canción de su madre Lola Flores, con la que le rinde su homenaje particular.

Continúa la actuación con Y Sin Darme Cuenta y Por un Beso Tuyo seguida de una potente Yo Me Niego, haciendo que el escenario se tiña de púrpura al cantar sobre el poder y la libertad de las mujeres.

A continuación llegarían más homenajes, el primero muy esperado a su padre, con Al Son Del Tambor. El segundo con ¡Que Bonito!, que como dijo al introducirla: “Me da un orgullo enorme, porque la escribí yo solita… y se la dediqué a mi hermano Antonio, que me la envió desde el cielo.”

Después de Mi Son y Meneito llegó la canción más esperada de la noche: Muchas Flores, que puso en pie a la mayoría de la audiencia. La distancia de seguridad entre el público y el escenario se rompió con la última canción, No Dudaría, con la que Rosario disfrutó de la cercanía de su publico.

Al acabar la actuación tras dar las gracias y lanzar la promesa al aire de que volvería a Cambrils, se despidió y salió del escenario. Con los asistentes pidiendo más, la cantante regresó agradeciendo de nuevo el cariño recibido. Eligió la canción Ay Mamasota, para dedicársela: “¡A la madre que me parió!”.

Un concierto de una hora y media en el que un público variado arropó a la madrileña de principio a fin, que se vio recompensado con una actuación de calidad, con el dinamismo que la caracteriza y que reafirma su puesto en el panorama musical del país.

El concierto en imágenes

Por Marta Abellán y Alba Abellán

Salir de la versión móvil