El primer partido de LaLiga no tuvo un desenlace feliz para el RCD Espanyol de Barcelona. El conjunto blanquiazul perdió ante el Sevilla, que hizo bueno el gol de Reguilón al filo del descanso. Los de David Gallego, que afrontaban el debut con muchas ganas e ilusión, no encontraron la fórmula para dar la vuelta al marcador. Nolito acabó con cualquier esperanza al culminar una jugada individual.
Desde el inicio se vio que ésta es otra historia. Los blanquiazules se encontraron con un rival que les discutió más la posesión del balón y que, a diferencia de sus anteriores adversarios, generaba más problemas en defensa. Reguilón fue un incordio durante el primer tiempo y culminó su buena puesta en escena con un gol a pocos minutos del final. Tras un inicio complicado, el Espanyol se fue entonando. Los blanquiazules tuvieron dos buenas oportunidades tras sendos remates de Vargas y Ferreyra. Sin embargo, cuando parecía que los de David Gallego comenzaban a carburar, llegó el gol de los visitantes en una jugada con paradón de Diego López, balón al larguero y la mala fortuna de que el rechace le cayera a Reguilón, que solo tuvo que empujar la pelota.
El Espanyol, que en pretemporada ya había remontado algún resultado adverso, estaba obligado a cambiar un poco el guión. El momento pudo llegar cuando Martínez Munuera señaló penalti por una falta de Diego Carlos a Ferreyra. Sin embargo, tras la revisión del VAR dio marcha atrás para enfado de la afición. Esta decisión provocó que el encuentro entrara en una fase de muchas faltas, pérdidas e interrupciones; un contexto que no beneficiaba a los blanquiazules que estaban obligados a atacar. Gallego, que hizo debutar a Campuzano y Calero, acabó jugando con tres centrales para intentar sorprender al Sevilla. Nolito, casi al final, acabó con las opciones blanquiazules al marcar el segundo gol.